CRÓNICAS PRETÉRITAS
Por Donacio Cejas Padrón
MAESTROS QUE EJERCIERON EN ICOD
Y EL HIERRO
En El siglo pasado hubo tres maestros de escuela que ejercieron su labor por varios años, entre nuestras isla de El Hierro y el pueblo de Icod en el Norte de Tenerife. A los tres tuve el gusto de conocerlos, y a ellos me voy a referir en esta crónica, motivado a ello, por que me ha llegado un relato procedente de Icod referido a esos ilustres maestros, y ampliaré el texto recibido con algunas aportaciones que enriquecerán más aún la labor de estos queridos maestros.
Empezaré hablando de D. Rafael González, que procedente de Icod llegó al pueblo de Sabinosa en los primeros años de la década de los cincuenta, vino acompañado de su esposa, y tres de sus hijas, Ana Maria, Maria Luisa y Maruchi, y me parece que de otro hijo pequeño. Vivía en la parte alta del pueblo, creo que la última casa a la derecha del camino que conduce a La Dehesa, ejerció su labor docente en Sabinosa durante varios años, ganándose tanto él como su familia, el cariño de los vecinos del pueblo. D. Rafael sabía Latín, y los domingos venía caminando desde Sabinosa hasta Frontera para acompañar al párroco D. José cantando la misa. Ana María la mayor cantaba con estilo propio, canciones que aquí casi ni se conocían, la recuerdo en las fiestas y bailes, tanto en Sabinosa como aquí en Frontera, en particular la recuerdo en La Montaña de Tamasina en una Fiesta de Los Llanillos cantando aquella legendaria canción “El Beso en España”, Maria Luisa guapísima y muy elegante, llamaba la atención por su figura y sus dotes de amabilidad y educación. Por aquellos años, concretamente en 1,953 llegó a nuestro pueblo un nuevo Maestro, natural de Tarragona, de la ciudad de Reus, venía procedente de Manresa, donde había ejercido la docencia en La Escuela de Minas, vino a la escuela de Las Lapas, primero vivió en El Hoyo junto a nuestra casa, en La Pensión de D. Juan Febles, y después se mudó a Las Lapas a casa de Da Leocadia, una señora de Valverde, de gran clase y finura, que vivía sola, y durante varios años atendió a D. Francisco, el cual, soltero entonces, empezó una labor docente en Frontera que marcó un antes y un después, pues además de cumplir sus obligaciones en la escuela pública, junto a otros maestros y al sacerdote D. Jose Segura, formaron la academia donde los niños y niñas pudimos acceder a los estudios del bachillerato, por primera vez en nuestro pueblo. D. Francisco hizo muy buena pareja con El Párroco, y con los demás maestros y maestras, y juntos, desarrollaron actividades culturales de gran calidad, entre ellas la puesta en escena en los casinos de varias obras de teatro, lo que aquí la gente llamaba entonces “comedias”.
Había en aquella época mucha juventud en Sabinosa, y los jóvenes de Frontera frecuentaban mucho las fiestas que allí se celebraban, y en una de esas fiestas, D. Francisco conoció a Maria Luisa, la segunda hija del Maestro D. Rafael, con la que se casó unos años después, formando su hogar en Las Lapas, en la casa que le compró a Da. Leocadia, donde vivieron varios años, creo que hasta 1.961, fecha en que se trasladaron a Icod.
Muchos años después sus alumnos de Frontera lo invitamos a unos días en nuestro pueblo de Frontera y al Ayuntamiento, atendiendo a nuestra petición acordó ponerle su nombre a la calle de la escuela y allí para siempre permanece la placa con su nombre.
Maruchi y Ana María regresaron con sus padres a Icod y allí se casaron y formaron sus familias. Años después, en mis viajes a Icod, conocí a los otros hijos de D. Rafael.
Don Anselmo Rodríguez Guanche, natural de Icod vino a nuestra isla para ejercer de Maestro, tuvo destino en Sabinosa, El Pinar, San Andrés y Merese, alternando esta actividad por un tiempo como Secretario del Ayuntamiento de Frontera y ejerciendo también como Concejal y Teniente Alcalde, persona culta y de exquisita personalidad, se casó aquí con mi tia Josefina Padrón, hermana de mi madre.
Aquí nacieron cuatro de sus siete hijos, tenía grandes dotes para la oratoria, y suya fue la idea de presentar en El Ayuntamiento una moción para que se acordara nombrar a La Virgen de Los Reyes, Alcaldesa a perpetuidad del municipio, así se hizo, y ello motivó que se organizara una Bajada Extraordinaria de La Virgen a Frontera, bajando por Sabinosa, para que se le impusiera el bastón de mando del Municipio, lo cual ocurrió en el mes de Agosto de 1.957, en un lucido acto en un altar levantado en La Plaza frente a La Iglesia, en el cual el Alcalde de entonces D. Mauro León Padrón, impuso a la sagrada imagen el bastón de mando del municipio.
Anselmo y su familia se trasladaron a Icod en el invierno de 1,957 y allí ejerció la docencia en varios colegios hasta su jubilación. No se me olvida tampoco, que estando de maestro en Sabinosa, interrumpió su labor por un año, trasladándose a Venezuela donde se dedicó a la enseñanza, pero por poco tiempo, y me parece recordar que ese año en que estuvo ausente, ejerció de maestra interina su esposa y tía mía, Josefina Padrón.
Espero, con esta humilde aportación, contribuir a enaltecer la figura de aquellos tres maestros que por unos años formaron parte de nuestro pueblo, y donde se les recuerda con gran cariño y reverencia.
APUNTES PARA LA HISTORIA
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