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LLEGARON LAS LLUVIAS

  • radiogaroecadenase
  • hace 1 hora
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                CRÓNICAS PRETÉRITAS

                Por Donacio Cejas Padrón


   LLEGARON LAS LLUVIAS TAN ESPERADAS


 Los organismos encargados de los avisos sobre los comportamientos de la meteorología  vienen alertando a la población de Canarias, desde hace unos días de la  inminente  llegada de lluvias invernales y vientos fuertes que necesitan  limitaciones  y la suspensión de desplazamientos innecesarios. 


Desde la tarde de ayer, y como se venía anunciando, empezaron a cambiar los tiempos y en efecto las lluvias se hicieron presentes  a últimas horas del dia de ayer, y anoche llovió considerablemente, lo mismo que está  sucediendo esta mañana, y afortunadamente el viento no parece que vaya a ser muy fuerte y por lo tanto no pareciera que vaya a hacer grandes daños. Ahora a esta época del año sería muy negativo que  viniese con intensidad pues está a punto de producirse la recolección de aguacates que ya en Frontera es considerable y el viento los tiraría al suelo, también veo muchas plataneras con sus enormes racimos a punto de ser recolectados y quiera Dios que no vayan a producirse destrozos en las plantaciones.


Cumplidos recientemente mis ochenta años, y por lo vivido en esas ocho décadas de años, llegó a la conclusión de que aquí en nuestra isla cada vez llueve menos, lastimosamente se han secado cantidad de árboles frutales centenarios, y la viña incluso también está disminuyendo en superficie de cultivo, pues buena parte de las parras se están secando a diario.


Recuerdos de mi niñez me hacen presentes aquellos aguaceros de los años cincuenta del pasado siglo, cuando los barrancos del Risco de Jinama desde la zona de Las Puntas hasta El Chajoco de Tigaday, corrían casi anualmente  arrastrando restos de árboles y escombros de las partes altas, incluso leña, me comentaba mi amigo Neno de El Lunchón, que de su casa acudían a La Frontera a la finca de tio Juan Cejas a recoger leña  y que los caminos de La Frontera, con mucha frecuencia se entullaban con los materiales que arrastraban los barrancos, y que el camino del Barranco Hondo había que limpiarlo anualmente pues resultaba intransitable, en particular yo recuerdo que a La Plaza de Candelaria concurrían  dos corrientes de agua, una la que bajaba del camino de Los Corchos, y la otra de El Cementerio, ambas se juntaban  por fuera casa de D- Julio Ayala, -hoy propiedad de los herederos de Antonio y Jovita, -  y en La Plaza se repartían el inmenso caudal, uno bajaba por El Camino de La Ladera hacia Las Lapas, otro se encaminaba a La Carrera hacia El Lunchón, y otra parte tomaba rumbo a El Hoyo, a juntarse  con el barranco  de El Liso , en las proximidades donde hoy está el edificio de La Policía y bajaba por Belgara Alta, Belgara Baja y seguía por La Hacienda  hasta llegar a El Matorral.



El barranco de El Liso bajaba desde  El Roque Blanco y Camacho y recuerdo su enorme caudal, siempre mi tío Dimas en Belgara Alta, tenía mucho cuidado que los cimientos de su casa, entonces casino fueran afectados por la fuerza de la corriente. En los años cuarenta se hizo por El Mando Económico un estanque, que nosotros llamábamos La Charca, a un lado del camino, frente a la casa de D. Mateo González y que se llenaba cada vez que corría el barranco, lo cual sucedía casi anualmente, y los vecinos llevaban en verano sus animales a abrevarse y a la vez, llevaban algunos barriles de agua para sus casas.


Me viene a la memoria en particular el año 1,956, año que me parece a mi el más llovido de las últimas décadas, estuvo lloviendo casi constantemente algo más de un mes, tiempo éste en que la isla estuvo totalmente aislada pues el barco no pudo hacer operación en La Estaca, e incluso el correillo Viera y Clavijo se refugió durante unas horas por dentro de Los Roques de Salmor, pues su capitán temía hacerse a la mar. Los barrancos de El Barrio y de Las Puntas tiñeron de fango el agua del mar en toda la bahía, no se podía subir por los caminos de Jinama y Tibataje, y hubo que rescatar con sogas a unos vecinos que quedaron atrapados cerca de Las Vueltas de Jinama.


Pero ya el año 1,961 fué un año de gran sequía, algo parecido al 1,948 que se recuerda como el años de La Seca, pero ya en  ese año 1,961 había más medios para combatir la sequía, estaban en explotación dos pozos, el de Aguanueva y el de tío Mauro, y había camiones que a diario subían, con sus cubas, agua a los vecinos, casi continuamente, recuerdo que tío Mauro con su camión Commer TF 8,052 sumó otro, Mercedes TF 9,326 ( no estoy seguro de esta matrícula) y estaban dia y noche subiendo agua a los pueblos altos de la isla, también D. Luis Barrera con su Austin TF 9,370, y  los propietarios de Aguanueva con su Austin TF 7,112, con lo cual la situación no fué tan dramática como en años anteriores.


Al ponerse en explotación varios pozos en El Golfo, y disponer de agua para los nuevos cultivos, sobre todo  los tropicales, ha podido  desarrollarse una agricultura distinta  que ha cambiado el panorama económico y social de nuestro Valle, pero hay cultivos como la viña, por ejemplo, que por razones bien conocidas no se ha incorporado al  riego y está sufriendo los estragos de la sequía, quiera Dios que esta situación cambie para bien. Eso esperamos

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