NUESTRA HERMANA TERESA
- radiogaroecadenase
- 31 jul
- 2 Min. de lectura
CRÓNICAS PRETÉRITAS
Por Donacio CejasPadrón
ENCUENTRO FAMILIAR CON NUESTRA
HERMANA TERESA
Mi hermano Francisco y yo, y todas nuestras familias, tuvimos recientemente la agradable visita de nuestra hermana Teresa, a la cual conocimos hace unos pocos años, y que su nacimiento fue producto de una relación de mi padre con una joven tinerfeña llamada Pino, que residió con su familia aquí durante algún tiempo allá por los primeros años de la década de los cincuenta del siglo pasado.
Vino acompañada de varios de sus hijos y nietos y, en casa de mi hermano, tuvimos una agradable comida familiar, a la cual también asistió nuestro querido Alcalde Pablo.
Me cuenta Teresa, que siempre ha estado muy interesada en conocer a su familia paterna, y que le hubiese gustado también conocer a su padre, y si bien dice que lo intentó varias veces, el encuentro no fue posible y nuestro padre falleció sin haberse encontrado con su hija, cosas de la vida.
Teresa cuenta que su madre Pino siempre le hablaba de Los Corchos y de sus abuelos paternos Donacio y Catalina, y que por eso ella viene cada vez que puede, a estar unos días en nuestro pueblo, y recordar los primeros años de su niñez en Los Corchos y Tigaday.
Tanto la familia de mi hermano Francisco, como la mía, le hemos brindado a Teresa y su familia, nuestro cariño familiar, y la hemos invitado para el próximo verano a pasar unos días en nuestro pueblo que es el suyo también, pues ella siempre se ha considerado herreña.
En el transcurso de nuestras vidas se presentan situaciones muy especiales que entiendo yo, hay que
asumir con responsabilidad y nobleza, sin hacer juzgamientos inútiles de cosas que sucedieron hace mucho años, como el mismo nacimiento de Teresa. Nos basta con saber que es nuestra hermana, hija del mismo padre nuestro, y gustosamente la queremos y consideramos como una hermana más.
Tiene una amplia familia de hijos y nietos que también la han acompañado a nuestra isla, y que igualmente se sienten complacidos del trato exquisito y cariñoso que siempre le damos a Teresa,
Así debe ser por nuestra condición de cristianos.





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