ALVARO NO ME CONTAGIÓ, por Melvin Zamorano

Álvaro me ha venido a visitar, estaba aturdido, visiblemente deprimido: -Melvin no sé de que escribir, todo me parece repetitivo, insulso, aburrido. -¡Un momento, Álvaro! ¿Has dormido bien?, ¿has comido?, ¡siéntate por favor!…Tienes mala cara. -Es que me pongo a escribir y todo me parece anodino, insustancial, repetitivo…No sé qué me ocurre…Quería escribir sobre la decrepitud, pero no soporto centrar mi imaginación en los viejos decadentes, son todos tan iguales…Después quise escribir sobre las mujeres, pero son tan previsibles, díscolas, infieles y estúpidas, no las puedo soportar. Probé con la política, pero es todo tan cutre, tan disparatado, tan de títeres y marionetas… ¿Sabes le pegué un puñetazo al ordenador, de milagro sigue funcionando…Me asomé a la ventana para respirar y me dije: ¡Voy a visitar a Melvin, a ver si se me pasa este ataque de mierda!. -Perdona Álvaro, ya sabes el cariño y el agradecimiento que siento por tí, tú me proporcionaste mi primer empleo, casi todo menos mi mujer, lo he conseguido en la vida por tí. Pero tengo que avisarte, que no paso por mi mejor momento, y no me gustaría que lograras contagiarme de tu pesimismo y mal humor. -Yo no estoy deprimido Melvin, es que paso de un estado de ánimo a otro y como tú siempre me ayudas a pensar, ¿te ha pasado algo parecido alguna vez? -Después de tu divorcio y del enfado con tu última novia, ¿no te sientes sólo?, quizás te vendría bien comprarte un perrito o algo. Sentirte acompañado. O quizás te falte vitamina B, no sé…¿Por qué no vas al psicólogo? -Vale Melvin, me marcho, veo que no puedes ayudarme…¡Adiós! -Espera Álvaro, ¿qué es lo que más te ha molestado de lo que te he dicho? si me lo dices, podemos aclarar algo. -Todo, me ha molestado todo. Porque yo te hablo de escritor a escritor y tu me saltas con gilip…¿Sabes, solo, estoy de p.madre y no tengo falta de ninguna vitamina, estoy más fuerte que nunca. Es sólo que me muero de aburrimiento… -Bueno Alvaro, ya hemos aclarado algo, me tranquilizas un poco, pues ahí sí que coincidimos. Pero te voy a dar un consejo, aunque sé que no te gustan. Yo ultimamente me distraigo, aparte de escuchar los chismes que me trae mi mujer de la peluquería, los cuales me hacen reir a carcajadas, pues como te decía, me animo concentrado, pensando como vivirá la humanidad dentro de 2.000 años. Estoy tan obsesionado que voy a escribir un libro, pero no te digo la temática revolucionaria que voy a exponer, porque me la plagiarías, ya que te veo seco y medio acabado. -Vale Melvin te voy a retar, yo haré otro libro y a ver quién triunfa, con el mismo tema del futuro, te voy a machacar…ya lo verás sólo tienes que esperar. Gracias, me has dado un buen estímulo. ¿Qué? ¿cenamos por ahí? -Hoy no, ven mañana, tengo primero que hablarlo con mi mujer, pero vale, ven mañana. ¡Adiós!