De como ha evolucionado El Guarapo, con mis cariñosos recuerdos a Doña Maruca y otros muchos que por ahí han pasado, como lugar emblématico de los bares restaurantes de Tigaday, hoy denominado WARAPU, me ha sorprendido su cocina creativa de tintes sudamericanos. Nos agradó la amabilidad de su chef, exponiendo sus platos llenos de trabajo y elaboración. Diríamos que sus tapas y raciones, son las delicias de siempre, pero transformadas por las reminicencias de otras culturas más allá del Atlántico. Carlos Spagnol, es amable, cordial y cercano. Cuando te ofrece el menú te explica sus variantes, producto de otras maneras de hacer cocina, elaborada con las materias primas de su país y de verdad que lo consigue, pues te ves transportado a una gastronomía diferente y deliciosa. Sus croquetas, sus albóndigas y su presentación son diferentes y sus aderezos únicos. Lleva su tiempo y paciencia, cristalizar, caramelizar y todo ello especiado con texturas de otras civilizaciones. Te enamora al instante, y te ofrece lo que buscas, incluso los postres te transportan lejos, en el otro mundo de los chocolates y los siropes de frutas exóticas. No hace falta irse lejos para disfrutar de otra variedad y viajar a través de sus tapas y platos a nuevas dimensiones gustativas. Nuestras felicitaciones, nos has ganado, Carlos.
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