CRÓNICAS PRETÉRITAS
Por Donacio Cejas Padrón
VISITA NUESTRO PUEBLO D. LUIS PADRÓN
BARRERA HIJO DE D. SILVESTRE PADRÓN
VILLARREAL, ANTIGUO PROPIETARIO DE LA
FINCA Y DEL POZO AGUANUEVA.
Por invitación de nuestro amigo Nacho, un canario natural de la isla redonda de Gran Canaria, casado con herreña y vecino de Los Llanillos largas temporadas a lo largo del año, ha visitado nuestra pueblo, D. Luis Padrón Barrera hijo de D. Silvestre Padrón Villarreal, aquel herreño recordado, que junto a sus hermanos D. Santiago y D. Francisco, después de haber triunfado en Gran Canaria con una extensa red de comercios, allá por las décadas de los treinta y cuarenta del siglo pasado, entre los que sobresalía El Bar Rayo en la Calle Ripoche, tuvieron a bien hacer una gran inversión en su isla de El Hierro, que se estima cercana al millón de pesetas de la época. Cuando adquirieron y pusieron en explotación el Pozo y La Finca de Aguanueva, tan recordada por todos los herreños, pues en los tristes años de la seca allá por 1,948, fueron extremadamente generosos regalando toda el agua que los vecinos necesitaban para su vida diaria. Llevaban también sus ganados a beber agua en un lugar que D. Silvestre preparó para ello, e incluso construyó lavaderos para que las vecinas fueran allí a lavar sus ropas, prestó parte de la fuerza del motor usado para la extracción del agua y para mover el molino de la caña de azúcar, entonces su primer y más importante plantación, para producir, ron, miel, e incluso azúcar, -......-continuo -prestó parte de la fuerza para que se trasladaran allí a su complejo industrial los molinos de gofio que funcionaban con gasoil, y que por causas de la guerra no les llegaba, entonces aceptaron la oferta de D. Silvestre y por medio de poleas enganchadas al motor de Aguanueva, que funcionaba a carbón , pudieron continuar su labor. Posteriormente también D. Silvestre puso en funcionamiento su propio molino de gofio.
En esos años de pobreza, Aguanueva daba trabajo a decenas de vecinos, especialmente de Los Mocanes y Las Puntas, al mismo tiempo puso una tienda para vender al público los productos que se cosechaban en la finca.
Sus negocios en Las Palmas, desde los años veinte, estaban orientados a la distribución en aquella ciudad de los productos de El Hierro, vino, higos pasados, queso, duraznos etc, norma que siguieron en los años treinta y cuarenta, comprando bodegas enteras de vino, lo cual era también una
seguridad para los viticultores herreños que tenían asegurada la venta de sus vinos y otros productos ya nombrados, sus grandes de compras en El Hierro, en los primeros años, eran D. Luis Barrera y D. Ramón Gutiérrez de Valverde, y cada varios meses venía D. Silvestre y efectuaba los pagos pendientes.
Tuvo D. Silvestre la idea de traer dos grandes toros para la rotulación de las tierras, él como herrero,fabricaba los elementos para estas labores, luego trajo de Lanzarote cuatro camellos, animales de gran potencia y fortaleza que los usaba para acarrear abono, piedras, e incluso para arar, yo recuerdo cuando los domingos aparecían por El Lunchon los camellos de D. Silvestre que traían a misa a las bellas hijas de D. Silvestre, tuvo catorce hijos este matrimonio.
Trajo el primer camión a El Golfo, El Morris matrícula G C 6,515, que yo conocí, vino de Inglaterra en chasis, en Las palmas le construyeron su cabina de madera, y después la carrocería se le fabricó en Aguanueva, ese camión tuvo un accidente en Tabano, donde murió la maestra del pueblo Dª. Amalia, que tuve el gusto de conocer.
Ese camión se reparó en Las Palmas y volvió a circular, pero D. Silvestre adquirió otro nuevo, que también conocí El Austin TF 7,112, que lo usaba para los menesteres de su finca, y los días de correo hacía de guagua entre Frontera y Valverde.
Por razones de salud, D. Silvestre hubo de trasladarse a vivir a Las Palmas, donde falleció unos años después, su finca de Aguanueva fué atendida entonces por su hermano D. Santiago, y más tarde por el otro hermano D. Francisco, pero ya no tenía la gran capacidad productora de los años precedentes, en principios de los años sesenta, una parte de ella fué vendida a los hermanos Benítez Padron, emigrantes herreños regresados de Venezuela, y poco tiempo después cesó su actividad.
Ahora El Ayuntamiento de La Frontera está iniciando los trámites para hacerse con la propiedad del inmueble que albergó las instalaciones y el pozo y crear allí un complejo cultural que recuerde a esta familia y a su fecunda actividad.
D. Luis nos dió en la visita que hicimos a Aguanueva, una amplia explicación de lo que sus ancestros hicieron allí, lo que produjeron, el bien que recibieron los vecinos, y en suma se siente muy agradecido por la invitación de Nacho, y sueña con ver hecho realidad el proyecto municipal que ya está tomando forma.
Datos para la historia
D. Luis al lado de D.Carmelo y D. Nacho al lado de D. Donacio
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