Todos los días se asoma a la ventana mi mirada, pueda o no salir, siempre acude a través del cristal el rayo milagroso que invita a la vida. Mi ventana son mis ojos, mi cristalera, mi capacidad de observar, mi conexión a internet, mis amigos y mi curiosidad inmensa. Mi ventana es el afecto, la música y el amor. Dios acude en forma de rayo inusitado a la vez que constante en mi vidriera de luces. Ahí afuera está el más valiente, el que se lanza desde los abismos herreños a navegar en el aire, con las velas del viento y el mástil del valor hacia la aventura.
radiogaroecadenase
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