La suerte, la inspiración y la esperanza de los pacientes, son los hechos que convierten a los médicos en buenos sanadores. De la China y su sabiduría viven los profesionales de la acupuntura y otras ciencias. Su cultura muy añeja y milenaria, nos aportan productos y sustancias que, si los ingieres, con paciencia, te van curando. También la sabiduría china, aportó los textos de grandes maestros, deliciosos por sus relatos, moralejas y anécdotas que nos llevan al mundo de la espiritualidad y la perfección.
Era una niña cuando oía repetir, que cualquier dolor se comparaba a los suplicios chinos, pues detrás de esas caras impenetrables de ojos rajados e inexpresivos, se disimulaba la experiencia en guerras, invasiones y hambrunas que les aportaron ser sabedores de la naturaleza humana, y la manera de dominarla, aplicando las técnicas más crueles que se puedan imaginar.
Aquí en occidente, no nos quedamos cortos al aplicar diversas técnicas, mucho más crueles si cabe, como son la indiferencia por el sufrimiento ajeno, la hipocresía ideológica, la mala gestión de las carencias, y el sálvese quien pueda, en medio de belicismos y caos, que actúan todos juntos como una dinamita en espera del fósforo que prenda la mecha.
Pero el fracaso del mundo es global, mientras exista el hambre y la pobreza infantil que, como decía Antonio Gala, era el fracaso de la "inhumanidad"
Pero por eso, traigo aquí el recuerdo de mis mentores, cuando aludían a que eso no lo arreglaba ni el médico chino. Entonces nos echábamos a temblar y dichos males cuando cogían un gran tamaño, pues venía la muerte como un gran remedio a la difícil situación.
El médico chino aplicaba su tradicional observación en los hallazgos de los elementos naturales, dando lugar a las ciencias que se aplicaban, para la curación de cualquier mal.
Ahora viene a mi memoria la situación de la costumbre que tiene el planeta, de tener permanentemente encendidos los focos de las guerras, provocadas por egoísmos territoriales, religiones variadas y avaricias de todo tipo y todo esto no lo arregla ya NI EL MÉDICO CHINO.
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