CRÓNICAS PRETÉRITAS
Por Donacio Cejas Padrón
LOS HERMANOS PADRÓN VILLARREAL.
SU HISTORIA, Y SU RECUERDO EN NUESTRO
VALLE DE EL GOLFO.
Estos tres hermanos, Silvestre, Francisco y Santiago, herreños naturales de Valverde, potentes empresarios del comercio en El Hierro como en Gran Canaria, en buena parte del siglo pasado, tienen ganado un puesto en la historia de nuestra isla que no siempre ha sido suficientemente valorado y reconocido, pero afortunadamente ya ha llegado el momento de que nuestras autoridades se
se ocuparan de dar respuesta al clamor de tantos y tantos vecinos , que desde muchos años atrás venimos reclamando para esta familia, si no recuerdo mal, fue desde el Consejo Regulador, en los tiempos que estaba presidido por Cayo Armas y yo le acompañaba como secretario, cuando nos dirigimos a nuestras autoridades locales e insulares reclamando que se le hiciera un reconocimiento público a estos hermanos, y que a su vez alguna calle de nuestro pueblo llevara su nombre, incluso trajimos a varios de sus hijos y nietos, y en La Plaza de Tigaday tuvimos un bonito encuentro en el cual les manifestamos el cariño y la gratitud de nuestra tierra por sus acciones tan beneficiosas para todos los vecinos, posteriormente Cayo y yo, nos trasladamos a La Casa Herreña en Las Palmas de Gran Canaria , y allí repetimos el encuentro igualmente muy fraternal y emotivo.
Pero nuestras autoridades no nos hicieron caso, ni se ocuparon con la debida atención de las peticiones que tan reiteradamente les habíamos manifestado. Fallecido Cayo, y casi en soledad, a lo largo de estos años he querido mantener viva la llama, la esperanza de que algún día, alguna autoridad se ocupara del caso, y gracias a Dios, ha tenido que ser un alcalde joven, nacido en este pueblo , nuestro Alcalde Pablo y su corporación los que ya están trabajando en el asunto, me cuentan que ya se dispone de un terreno apropiado, donado por una vecina en el cual se levantará una figura representativa de lo que ha significado para nuestro pueblo, el agua como elemento primero para la subsistencia humana.
Ya se ha acordado por La Corporación Municipal, que una calle de nuestro pueblo lleve el nombre de los hermanos Padrón Villarreal, y que merced a las gestiones insistentes del Diputado Raúl Acosta, desde El Gobierno de Canarias se haya habilitado en los presupuestos del presente año, una partida para la compra por los organismos oficiales, y su posterior rehabilitación de la casa de Los Villarreales, en Aguanueva.
He sentido gran satisfacción al recibir estas noticias, que en su momento las autoridades harán públicas, como es procedente.
Aparentemente cumplido ese gran sueño que para mi ha significado el rendirle tributo de justicia y merecimiento a los hermanos Padrón Villarreal de los cuales tanto he escrito y hablado, especialmente de D. Silvestre, que fue el que más se implicó en la vida local de Frontera, con una familia numerosa de quince hijos, llegó desde Las Palmas para poner en explotación la finca de Aguanueva, usando nuevos métodos del cultivo de la tierra, incorporando variedades hasta entonces casi desconocidas aquí, como la caña de azúcar y otros, trajo varios camellos y él mismo fabricaba los arados y herramientas para sus menesteres agrícolas, trajo el primer camión que circuló por nuestras carreteras, que vino de Inglaterra en chasis y en Las Palmas se le hizo la cabina de madera y la carrocería su matrícula era GC 6,515. Marca Morris, éste camión tuvo un triste fin, en accidente de circulación en La Cumbre, donde decían Tábano, y siendo conducido por D. Luis Barrera , cayó por una fuga, falleciendo la maestra del pueblo, Dª Amalia. Poco tiempo después D. Silvestre trajo otro camión, ya más grande y muy bonito, marca Austin Matrícula TF 7,112 , que lo usaban para transportar abono del monte y leña para fabricar carbón, que era el combustible que usaba el motor que extraía agua, y a su vez impulsaba los molinos de la caña, y además los días de correo lunes y viernes hacía de guagua, llevando los pasajeros a Valverde, su conductor era Valentín Padrón, natural de Las Lapas, y que pronto emigró a Venezuela, desde creo no regresó y allá falleció.
Ahora vuelvo yo a darle forma a nuevas ilusiones para solicitar a las autoridades, varias obras para nuestro pueblo, la primera de ellas sería que se acometiera la ampliación de la zona de baño de La Maceta, que ya se está quedando pequeña la actual, y que a mi juicio no sería ni muy difícil ni costosa, y ya están empezados los dos espigones que conectarían la playa con El Roque de La Maceta por un lado, y otro que arranca desde el costado Norte del actual charco de baño, con el mismo Roque por El Sur; con esta ampliación, se doblaría la superficie de baño de la zona, y repito que no me parece que sería ni muy costosa ni nada difícil. Los espigones empezados se hicieron en tiempos del Alcalde Pedro Luis Casañas...,otro alcalde nacido en nuestro pueblo.
Varias veces hablamos Cayo y yo, de lo bonito que sería adecentar por lo menos la primera parte de la calzada del Risco de Jinama, entre La Plaza y Los Corchos, reacomodar aquellas viejas lajas de piedra, muy pulidas por el roce continuo durante siglos de las herraduras de las bestias , reparar las paredes laterales, y en fin colocar carteles con
citas históricas que hicieran referencia a la historia de esa calzada. Recuerdo que en Murcia hay un trozo muy parecido de calzada antigua, con características algo similares, y ésta perfectamente conservada, y se le llama Camino de Los Romanos,
pues eso pretendíamos nosotros para el Camino de Los Corchos, que fué durante siglos la principal vía de comunicación entre El Golfo y los distintos pueblos de la isla .
Pero lamentablemente, no se nos hizo caso y una mañana aparecieron unas máquinas allí y de manera indolente, cubrieron de asfalto aquella joya de la comunicación como es el Camino de Jinama, y sepultaron aquellas piedras centenarias testigos de siglos de historia.
Yo, un soñador para mi pueblo, aspiro a que unas autoridades que quieran a nuestro pueblo, algún día se propongan quitar esa capa de asfalto, y descubran aquellas piedras y las dejen visibles y adecentadas para deleite de las nuevas generaciones que han de venir y que nos sucederán
Otras ideas también referidas al embellecimiento de nuestro pueblo bullen en mi cabeza, como la posible recuperación de la bodega de mi abuelo Francisco, junto a La Casa del Aguardiente en El Hoyo, que pudo ser adquirida por los organismos oficiales y no se hizo, por desamor y dejadez, a pesar de que fue reiteradamente ofrecida, y que era junto a la de tío Matí
as, las dos bodegas más grandes y mejor equipadas de nuestra isla, dolorosamente ambas destruidas, y que merecían ser conservadas con celo y amor. Nuestro Valle de El Golfo ha sido muy maltratado por las autoridades de los últimos tiempos, quiera Dios que ahora, un nuevo amanecer se vislumbre en el horizonte, y nuestro pueblo ocupe el lugar que le corresponde. Día llegará en que un nuevo planeamiento municipal permita el desarrollo urbano de Frontera, que no sabemos porque le fueron impuestas unas normas urbanísticas tan restrictivas que pareciera que fueron decretadas precisamente para que El Golfo no se desarrollara.
Datos para la historia
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