foto: Juan Carlos Pestano
Muchos científicos se pasan la vida queriendo atestiguar si Einstein acertó o no acertó con la teoría de la relatividad. Parece que los perdonavidas dicen que sí, que esa teoría era correcta. El espacio, el tiempo y la velocidad de la luz son elementos cruciales junto con la fisica y las matemáticas para determinar estas ecuaciones. Pero yo no quiero hablar de fórmulas. Aquí en la Tierra, este rincón de sorpresa, ¡sorpresa!, mi tiempo se materializa en el algebra del bienestar, motivación y salud= a felicidad partida por x. Siendo equis el factor aleatorio que la determina. Cuando lo paso bien el tiempo se me acorta, cuando lo paso mal el tiempo se me eterniza. Cuando somos guapos y jóvenes, las horas se pasan muy rápido y hasta cuando nos miramos en el espejo se nos pasa el día volando. Pero cuando ni siquiera hablas con el espejo, porque no quieres ver el retrato de Dorian Grey en tu propia casa, el tiempo al huir de ti mismo, es estrepitosamente metabolizado. Por ello, me viene a la mente la tan manoseada teoría de la relatividad. Dentro de unos siglos, el desarrollo de la fórmula se habrá convertido en derivadas alienígenas e integrales estrambóticas, porque la inteligencia humana no dá para más por muy Albert E. que seas.
El factor aleatorio que despeja la equis es la prolongación de nuestra energía espiritual en el espacio. Equis más Y griega, trabajan juntas. Y griega, se mueve en dimensiones invisibles, su campo magnético es la bondad, la perfección del espíritu. Su campo gravitatorio es el amor. Por eso el hombre quiere moverse ahí, donde la inmensidad de las galaxias son minucias en comparación con la imagen 3D del Cuerpo Místico y Físico de Dios.
Mientras no se comprenda la teoría de la relatividad de la evolución de cada uno, viajaremos en la nave de la deriva, para estrellarnos con cualquier estrella enana que se precie, e ir a parar engullidos al fondo del agujero negro, donde ahora dicen que se ve una luz (la del final del túnel tan famosa) pero que aquí viene a ser la luz del fuego purificador de todos los demonios.
Je, Je,
Comments