Los que siempre están citando el refranero, ¡que cansinos y faltos de imaginación!, pero ¡como admiro a los fabricadores de buenos refranes como D. Miguel de Cervantes Saavedra!. Cuánta sabiduría encierran. Si nadamos entre ellos, contestaremos a todas nuestras preguntas, pues derrochan luz y esclarecedoras sentencias.
El refrán que titula este artículo de opinión, me encanta: "Galgo que a dos liebres corre, a ninguna coge". Normalmente descubro que los que cortejan a dos mujeres, o tres, o cuatro, no les hace caso ninguna. Los que atienden dos trabajos o tres, no arremeten con fuerza ni eficacia. Los que carecen de criterio, no son tenidos en cuenta normalmente.
La dispersión nubla el objetivo. La confusión de ideas y la falta de inteligencia emocional, no saben discernir, ni atraen para sí a las personas. La mentira compulsiva nos convierte en hierbajos con quien nadie se quiere relacionar.
Del refranero español, aprendí a valorar y conocer el paño, a desconfiar del que rechaza, porque comprar quiere. En fin, en el mundo de las citas citables, las anécdotas, las moralejas y las fábulas, he filtrado un sin fin de consejos, y he puesto en práctica las enseñanzas de los desenlaces informandome, escuchando, y leyendo biografías ajenas.
El "dime con quien andas y te diré...El "un loco hace cientos"...Me recuerdan a mi abuela cuando me hablaba desde su mecedora, haciendo cordones de perlé para sujetar sus llaves.
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