Ante un primer libro de una persona, los que acudimos a la presentación, solemos ir por simpatía, curiosidad y solidaridad, más bien, en vistas a apoyar una creación o un hijo literario de quien nos causa sorpresa.
He de decir, que no me esperaba la facilidad con la que Sergi expone, con sencillez, parte de sus experiencias de viajes. Él define muy sinceramente, esa parte de su personalidad aventurera la que lo impulsó a escribir. Dijo: "Escribo como hablo, no tengo estilo", pero son muchos los literatos de la historia, quienes hicieron lo mismo, los que adoptaron esa manera de escribir, teniendo un candor y una rapidez que los catapultó a la fama. En el tema religioso, podemos citar a Santa Teresa de Ávila. En este caso Sergi, pues centrado en su inquietud por conocer momentos y personas, pincelar paisajes distintos, culturas diferentes y cambios en el progreso de las civilizaciones.
Como amante de la música que es, Sergi hizo un parangón y nombró "Pop" a su arte de transmitir de manera pronta y fácil, lo último que acontece, contarnos su apasionante novela de viajes, pues las odiseas y escapadas, siempre lo son, sobre todo si los sabemos relatar.
Dijo Sergi que retocó, resumió y que dividió en tres libros todo lo que ha escrito de sus aventuras por el mundo.
Me temo que por pudor, nos haya ocultado, a sus lectores, las tormentas y heridas que hayan podido dejar en él sus numerosas relaciones interrumpidas, en medio de la velocidad con la que disfruta vivir. Eso es quizás la parte más interesante de una vida. Las pasiones y sus desenlaces. Los porqués, las causas y el dolor de las ausencias. Parece que cuando nos falta algo acudimos a la terapia de hacer literatura. Pero eso es bueno, pues así suelen nacer los escritores.
Ya ves, Sergi, que son el amor, la muerte, el sexo y en otro plano, el descaro con el que destapamos el alma de los hombres, los que llevan directamente al best seller.
¡Cómo no vamos a encontrar interesante tus percepciones de viajes y novias!, y es que el contenido de tus recorridos es muy copioso y tu capacidad de atención a cuanto sucede a tu alrededor te convierte en ameno.
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