Crónica de Donacio Cejas Padrón

CRÓNICAS PRETÉRITAS

Por Donacio Cejas Padrón

HA CESADO LA ERUPCIÓN VOLCÁNICA EN LA PALMA

Coincidiendo con La Navidad, época de alegrías y buenas nuevas, ha cesado la inclemente tragedia de nuestra isla hermana de La Palma, han sido tres meses de dolor profundo, de destrucciones de viviendas, de fincas, de carreteras, de edificios públicos, de iglesias y cementerios, de colegios y complejos deportivos y culturales, de lugares emblemáticos para los palmeros, que han desaparecido bajo la lava.

La isla de La Palma ya ha conocido de estas tragedias impuestas por la naturaleza, recuerdo el volcán de 1,949, cuyas llamaradas se veían desde nuestro pueblo de Frontera, luego el de 1,971 que también causó destrozos, aunque en menor, proporción pues sus ríos de lava se orientaron al mar y en sitios entonces despoblados, y los que después se aprovecharon para nuevas plantaciones.

También en 1.955 La Palma sufrió unas enormes lluvias torrenciales que igualmente causaron grandes destrozos en la isla, recuerdo que un periódico de la época decía así: “La Palma, la isla del agua y el fuego”, como dato anecdótico recuerdo que por los destrozos habidos en los cultivos de plataneras, llegaron a El Hierro, unos cargamentos de plátanos que eran vendidos a bajísimos precios, creo que cada piña costaba cinco pesetas, y ello sirvió para que nosotros los niños por primera vez probáramos tan deliciosa fruta que hasta entonces nos era desconocida.

Ahora toca la reconstrucción de los daños materiales causados, la reposición de viviendas, fincas, vías de comunicaciones y conducciones de agua etc. una tarea desafiante que pondrá a prueba la eficacia de Las Administraciones Publicas, que coordinadas todas ellas sin duda ofrecerán a los palmeros las respuestas esperadas y que significaran el principio de la recuperación de la normalidad necesaria .

Dentro de la tragedia, La Palma y Los Palmeros han tenido la oportunidad de comprobar la solidaridad de todos los canarios y de gentes e instituciones de fuera de nuestro archipiélago, que con sus ayudas de todo orden han mitigado el dolor que la tragedia les ha producido, y ese será un sentimiento de ayuda para fortaleza espiritual ya bien demostrada y que les conducirá a alcanzar las metas esperadas.

DIOS LO QUIERA.