top of page
radiogaroecadenase

¡CON LA BOCA ABIERTA! por María Elena Moreno.

Ahora está muy de moda que se contraten expertos en descifrar gestos, movimientos faciales, lenguaje corporal, etc. Hoy voy a comentar que significa abrir la boca.

Yo era motivo de risa y escarnio, cuando de pequeña, descubrí a Rock Hudson y me bababa, literalmente, viendo sus películas en mis cines de barrio. Esto habla por si sólo de lo que significa abrir la boca y quedarse extasiado. Hay personas que según la frenología, no dejar de ser guapas aunque tengan quijadas y bocas grandes. Algunas operadas en forma de labios de mero o pescado hacia afuera. Hoy se derriten los hombres con las bembas afro, las consideran muy atractivas. Hace varias generaciones las bocas pequeñas eran muy estéticas y se consideraban finas. Ahora la sensualidad tiene como imprescindibles unos dientes prominentes hacia afuera, y unos labios siliconados o algo parecido. Por lo visto los dientes hacia adentro en forma de tiburón son señales de codicia y forman un rictus muy envejecido, pues señala mucho las arrugas de las comisuras.

Cuando comenzó la época de todo tipo de subvenciones y beneficiados por vulnerabilidad, por estudios, primas para damnificados por accidentes, etc., etc., muchos se acostumbraron y visitaban las instituciones diciendo:" ¡Que dan ahora! ¡Que dan..! y todos abrían la boca como si esperaran el bocado y la migaja.

Hay mujeres y hombres que tienen una boca descomunal, codiciando cualquier cosa y no sólo pertenecen al pueblo llano y sencillo, en las altas esferas también abren la boca para obtener títulos, mansiones y desear el marido o la esposa del otro. Son bocas insaciables, monstruosas, que revelan a las claras el pecado de la codicia.

Si se te acerca alguien sonriendo, con la boca abierta, seguro que de manera descarada va a pedirte algo. Eso no significa que los de boca cerrada y mirada al bies, no estén tramando beneficiarse de ti, pero eso pertenece a otro capítulo.

Cuando evolucionemos, nos enseñarán a no mostrar la laringe ni los dientes, igual que antes en la clase de urbanidad, las monjas nos indicaban, que era más fino unir las manos en el regazo y no manotear. Ni que decir que en el futuro las reglas del buen gusto, expresarán que hay que disminuir, los tics sensuales de labios ensalivados con una lengua en exposición, el punto más alto de lascivia.

No hace falta ser muy inteligente para interpretar esas señales, y esperemos que se supriman los políticos que abren sus bocas descomunales a ver qué les cae en su saco, y que prevalezcan los vocacionales, que con muy buen gusto, no enseñan el color de sus mucosas, ni el blancor de sus dientes.

0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

댓글


bottom of page