Por David Cabrera de León.
El Gobierno de Canarias anunciaba el pasado 20 de junio la incorporación de una compañía marítima en mercado libre que operará con El Hierro, en su ruta La Estaca-Los Cristianos, a partir del 31 de diciembre de 2024.
Ese mismo día finalizará la Obligación de Servicio Público Marítimo (OSP), una herramienta que durante los últimos 12 años ha garantizado a los herreños la continuidad, frecuencias, precios y capacidad de los enlaces marítimos interinsulares con la isla.
Este cambio en el modelo del transporte marítimo plantea una serie de reflexiones sobre las implicaciones que tendrá la transición de un servicio regulado a una modalidad de libre prestación para el transporte de pasajeros y mercancías, vitales para la economía y la vida diaria de El Hierro.
La pregunta es: ¿ganamos o perdemos? Veamos.
Comenzamos analizando el precio de los billetes. La empresa adjudicataria de la OSP debía cumplir con una limitación de precios en cada una de las tarifas de butaca, vehículo en régimen de pasaje o carga, garantizando de esta manera el transporte entre islas a unos precios asequibles.
Ya conocemos los importes oficiales de las tarifas para profesionales en el transporte de mercancías previstas para 2025 y estas aumentan un 127%. Pero les pongo un ejemplo para que se hagan una idea de la gravedad del asunto.
Supongamos que una empresa herreña tiene un camión en propiedad de casi 8 metros de longitud y de media carga 20 toneladas de Tenerife a El Hierro. El camión realiza 3 viajes al mes, viene a El Hierro cargado y se va vacío. Antes gastaba 572,40 euros en cada viaje de ida y vuelta en el transporte de sus mercancías, y ahora desembolsará por lo mismo 1.303,12 euros. Si hacemos el cálculo la diferencia es sustancial: esta empresa herreña gastará 26.305,92 euros más al año con la eliminación de la Obligación de Servicio Público y incorporación del libre mercado el próximo año 2025.
Esta suma en el incremento de los precios del transporte de mercancías no solo se aplicará a los gastos de las pymes de aquellos con transporte propio o las mismas empresas de paquetería, sino que redundará de manera directa en la economía de todos los consumidores, los herreños. Por lo tanto, ¿ganamos o perdemos?
En el caso de los precios del billete de pasajeros, vemos en la web de la nueva compañía que la tarifa básica es ligeramente más barata que la que se ofrece actualmente, unos dos euros, pero se presenta la incertidumbre sobre la estabilidad de los precios a largo plazo y la disponibilidad de sus distintas tarifas. ¿Ganamos o perdemos?
Se reemplaza el barco que opera actualmente, el Volcán de Tirajana, construido en el 2006, por el Bentago Express, un buque con 24 años. La OSP contemplaba en el pliego de prescripciones técnicas que el límite de edad del buque no podría superar los 20 años. ¿Ganamos o perdemos?
La capacidad de carga también se ve afectada. El Volcán de Tirajana puede transportar 287 vehículos, mientras que el Bentago Express 230, lo que supone 57 vehículos menos por trayecto. La OSP en este caso, garantizaba 300 metros lineales de carga. Esta disminución en capacidad afecta directamente al transporte de mercancías y productos agroalimentarios, esenciales para el abastecimiento de la isla. ¿Ganamos o perdemos?
Además, esta nueva planificación no contempla la posibilidad de realizar viajes de ida y vuelta a Tenerife el mismo día. Algo que no solo afecta a los pasajeros, sino también a la logística de transporte de mercancías, complicando la planificación y ejecución de envíos eficientes y puntuales. ¿Ganamos o perdemos?
La OSP establecía la obligatoriedad de situar el puerto base en La Estaca, suponiendo una inyección de aproximadamente 1.4 millones de euros al año en la isla, generando puestos de trabajo y utilizando servicios y alojamientos locales. ¿Ganamos o perdemos?
La continuidad del servicio no está garantizada. En días o temporadas de baja demanda nada obliga a la nueva compañía a continuar el servicio, afectando la regularidad y confiabilidad del transporte. ¿Ganamos o perdemos?
Ahora sin todos estos puntos que antes teníamos garantizados, podrán perder los empresarios en los costes de importación de sus mercancías, los agricultores que desean exportar sus cultivos como el plátano o la piña, los ganaderos en la compra de la alimentación de sus animales y también los pescadores, a la merced de garantizar el transporte del género lo más fresco posible.
Gobierno de Canarias, ¿acaso El Hierro merece perder tanto? Llevamos años pidiendo el abaratamiento de los costes de transportes y ahora se anuncia una nueva fórmula que lo encarece y empeora la vida de los herreños.
La incorporación de una naviera que desea operar por libre interés en la isla no es una noticia negativa, al contrario, nos habla de progreso y prosperidad. Pero El Hierro necesita garantías y soluciones que miren por el tejido empresarial, del que todos los que vivimos aquí nos vemos salpicados en menor o mayor medida.
Seguimos padeciendo la carga de ser más pequeños, con menos recursos y ofertas limitadas. Dependemos en gran medida de estos enlaces para nuestra economía y calidad de vida. Cada cambio en el transporte marítimo tiene un impacto directo en nuestras empresas locales, en el coste de los productos que consumimos y en nuestra capacidad para conectarnos con el resto del archipiélago.
Exigimos una solución que no nos deje al amparo de algo tan importante como es el transporte marítimo. Queremos y necesitamos ir y venir, queremos y necesitamos llevar y traer, y para ello, contar con un servicio que nos garantice continuidad, precios asequibles y capacidad es prioridad fundamental.
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