oznor oznor nor CRÓNICAS PRETÉRITAS DE FRONTERA oznor oznor oznor oznor Por Donacio Cejas Padrón CONMEMORACIÓN EN EL CENTRO DE INICIATIVAS Y TURISMO DE EL HIERRO DE LOS DOSCIENTOS AÑOS DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE CANDELALARIA. En la tarde de ayer día de San Lorenzo, en la sede del CIT de Tigaday, se celebró un acto cultural muy entrañable y lucido, con la asistencia del Sr. Obispo D. Bernardo Álvarez, Dª. Belén Allende, Presidenta de El Cabildo, el nuevo Párroco D. José Manuel, el Sr. Alcalde de Frontera D. Miguel Ángel Acosta, D. Cayo Armas Benítez, ex alcalde del Municipio, D Juan Carmelo Padrón Morales, también ex alcalde, y Donacio Cejas Padrón. El salón se hizo pequeño para albergar a los numerosos vecinos que quisieron estar presentes en el acto para oir de los contertulios, anécdotas, datos muy interesantes, fechas significativas en la construcción del templo, detalles de cómo era la vida en el Valle de El Golfo en los últimos siglos, y sobre todo resaltar la influencia que La Parroquia de Candelaria ha ejercido sobre el acontecer diario de nuestro pueblo y de toda la isla. El Sr. Obispo expresó su satisfacción por la invitación que se le hizo, para estar presente en tan agradable velada, de la cual salió mucho más enterado de la historia del templo, y seguramente un poco más herreño, si bien él nos visita con mucha frecuencia y se ha ganado el cariño y respeto de los habitantes de nuestra isla. Cayo hizo una importante exposición de lo que ha significado para él, su constante vinculación con La Iglesia, tanto como vecino de Frontera, como los actos que compartió en sus largos nueve años como Alcalde, durante los cuales en coordinación con los párrocos, logró darle un realce al programa de festejos de cada verano. Recordó que su primera acción al acceder al cargo, fue la construcción del campo de lucha Ramón Méndez en 1,975, y que en todos los años de su mandato tuvo siempre una relación cordial y exquisita con los párrocos. Carmelo aportó documentación muy valiosa, tomada de su importante archivo celosamente ordenado y conservado, donde dio cuenta de la existencia de las distintas ermitas que hubo en Frontera hasta 1,818, cuando concluyó la construcción del templo actual, e hizo historia muy detallada de las circunstancias que ocurrieron para tal construcción Yo me limité a recordar mis vivencias mas tiernas de la lejana niñez, la cual estuvo siempre marcada por la proximidad de La Iglesia, hice recuento de todos los párrocos que conocí desde el Padre Carlos en 1,950 y todos los que le han sucedido después, recordé con emoción mi sentida despedida de la Iglesia y El Campanario, cuando partí camino de la emigración, sabiendo ya en aquel momento, que seguramente habrían de pasar muchos años, para que se produjera el soñado regreso como así sucedió, y que mi esposa y yo, que emigramos siendo casi adolescentes, regresamos ya con algunos hilos de plata en nuestros cabellos, tostada nuestra piel por el clima tropical de las llanuras del Orinoco, y acompañados de dos hijas nacidas en tan lejanas tierras, y modificada una parte de nuestra personalidad, pues en la necesaria integración a una sociedad nueva, por ley natural tuvimos que ir poco a poco despojándonos de conceptos y sentimientos tradicionales, para ir adoptando otros requeridos por el estilo de vida del país receptor, y al regreso dejamos allí tantos y tantos amigos y conocidos que sustituyeron a nuestra familia, y su calor humano y su cariñosa acogida contribuyeron a que la integración fuera mucho menos difícil y dolorosa, por ello a partir de nuevo para nuestra tierra también sufrimos la despedida y el desarraigo de una sociedad que nos acogió tan generosamente, y siempre he sentido que una parte de nuestros corazones quedó repartida en muchísimas personas que nos quisieran de verdad y que no hemos podido olvidar a pesar del tiempo transcurrido, recuerdo en particular a un querido amigo que pocos días antes de regresar me preguntó ¿Donacio, por qué te vas de aquí donde disfrutas de una vida holgada en todos los aspectos? y solamente pude contestarle:- me voy de esta tierra caliente y generosa por que no nací aquí, y aunque la quiero mucho hay otros lares, otros recuerdos, otras familias que me llaman. Hice obsequio al Sr. Obispo del Programa de Fiestas del verano de 1,957 cuando se logró la Bajada de La Virgen de Los Reyes a Frontera, acontecimiento religioso de gran relieve que fue muy celebrado por todos los vecinos del Golfo, y que marcó una fecha en la historia de nuestro Valle, pues dentro del programa de actos estaba el celebrado el 25 de Agosto cuando en un altar levantado frente a La Iglesia de Candelaria se dio cumplimiento a un acuerdo del Ayuntamiento de La Frontera de 13 de Noviembre de 1,955 por el que se nombraba a La Virgen de Los Reyes Alcaldesa Mayor a perpetuidad del Municipio, y ese día el Alcalde D. Mauro León Padrón, impuso a la sagrada imagen, el bastón de mando de como Alcaldesa Mayor.. Recordándole además que no entendimos por qué en el 2,007, cuando el pueblo de Frontera pidió que se nos permitiera repetir aquella Bajada, no se nos concedió la autorización de parte de la autoridad eclesiástica para realizarla, cuando solamente lo que se pretendía era repetir unos actos religiosos y sociales que marcaron la historia local. Después intervino nuestro Alcalde José Miguel Acosta, emigrante retornado de Holanda y Tenerife, que ha querido volver a su tierra natal en la edad madura, para disfrutar de los encantos de nuestra isla, y ahora inmerso en funcionales oficiales, aportar su grano de arena para mejorar en cuanto pueda el nivel de vida de Frontera. Cerró el acto el Sr. Obispo para agradecer la invitación que se le hizo para estar presente en este acto, y observamos todos, su complacencia y contento, por haber tenido oportunidad de compartir unas tarde veraniega con un grupo de vecinos, que le aportamos datos históricos de la vida en Frontera especialmente en su relación con la Parroquia de Candelaria, no quiso contestar a la pregunta que le hice sobre el permiso solicitado.